Decir que el coronavirus ha afectado a todo el mundo resulta, tras casi un año desde que comenzó la pesadilla de la pandemia, prácticamente una obviedad. Más de 54 millones de casos a nivel internacional con un 1,3 millones de muertos que en España ha afectado a prácticamente un millón y medio de la población del país. Una cifra demasiado grande. Estos efectos no son los únicos que nos deja la Covid-19, ya que si hablamos a nivel económico hay ciertos sectores muy dañados.
La hostelería es uno de ellos aunque prácticamente ninguno se libra de las consecuencias del coronavirus. Ni si quiera la construcción ha podido escapar de ellos. De hecho, es otro de los sectores que más se ha visto golpeado en este aspecto. Los datos no dejan dudas: el frenazo de la economía en España provocó una bajada del 24,5% de la producción en comparación con el año anterior. Unos índices muy bajos que se sitúan a los niveles de 2012, un año de recesión.
Y esto, si tenemos en cuenta que la construcción aporta al PIB de España un 10% del total, son unas cifras demoledoras. En este sentido, solo Francia y Reino Unido han experimentado una caída mayor durante los primeros seis meses de 2020, el año de la pandemia. Mientras que para intentar encontrar cierta viabilidad y no salir arruinados de esta situación, son muchas las empresas del sector que están apostando por soluciones relacionadas con la innovación.
Una oportunidad para innovar
No queda otra posibilidad. Reinventarse o morir. Al igual que han tenido que hacer una gran cantidad de negocios añadiendo venta online, reparto a domicilio y otros servicios para adaptarse a la situación derivada de la Covid-19, la construcción también está apostando por ese mismo camino. Algo que debería hacer todo el sector: aprovechar la bajada de la actividad para apostar por nuevos métodos que podrían parecer imposibles hasta ahora.
Uno de ellos está relacionado por la utilización de los mejores materiales de construcción en Granada, permitiendo así construcciones más ecológicas, sostenibles e higiénicas. Pero no es el único camino para lograr dar un paso hacia el futuro. La digitalización también es un aspecto clave. De hecho, el confinamiento durante el primer Estado de Alarma decretado en marzo dejó muestra de que había mucho que hacer en este sentido.
Algunos expertos del sector señalas estos caminos como claves para reponerse ante la adversidad y adaptarte a las nuevas circunstancias. Es el momento de buscar vías paralelas de trabajo y potenciar los canales digitales. Es el único modo de estar preparado ante las nuevas oportunidades que puedan surgir, así como de tener una mayor capacidad de reacción ante más restricciones. Y es que, en plena segunda ola de contagio, nadie puede asegurar que no vaya a haber un nuevo confinamiento.
Actividad esencial
Si tomamos como ejemplo el caso de Andalucía, que se encuentra actualmente bajo un cierre perimetral que impide moverse de un municipio a otro y bajo restricciones de trabajo, las limitaciones no afectan de momento a la construcción. En algunos lugares como Granada solo se puede trabajar si la actividad es considerada como esencial. Mientras que en el resto de la comunidad autónoma también pueden trabajar las no esenciales aunque solo hasta las 18:00 horas.
Sin embargo, tal y como sucedió durante la desescalada, la construcción está considerada como un trabajo esencial. Esto hace que cualquier actividad relacionada con el sector pueda seguir realizándose siempre bajo las medidas recomendadas durante los últimos meses para evitar nuevos contagios. Medidas como las de utilizar mascarillas y otros elementos de protección o respetar la distancia entre personas de, al menos, un metro y medio.