Cuando nos disponemos a hablar de contaminación, lo más habitual es que venga a nuestra mente la que se produce a nivel ambiental. Algo normal debido a la importancia que tiene para la salud de todo el planeta y que, en caso de descuidarla, puede provocar consecuencias fatales para la humanidad. Sin embargo, no es el único tipo de contaminación que existe ya que también nos podemos encontrar con la contaminación lumínica, térmica, radiactiva o acústica.
Y aunque puedas pensar que estos tipos de contaminación pueden ser menos dañinos, la realidad es que está demostrado que sus efectos directos sobre nuestra salud son muy perjudiciales. Es el caso de la de tipo acústico, que es sobre la que vamos a hablar en nuestra entrada de hoy para que conozcas de lo que se trata y los efectos que puede acarrear en nuestra salud si nos exponemos a ella durante periodos de tiempo prolongados.
¿Qué es la contaminación acústica?
La contaminación acústica, también denominada como contaminación sónica o sonora, es la que se produce cuando hay un exceso de sonido que cambia las condiciones normales de un ambiente en un lugar determinado. Se trata de ruido provocado por actividades humanas como el tráfico, los locales de ocio o la industria y que afecta de manera directa a la salud auditiva, mental y física de las personas que la sufren.
Según un informe de la Organización Mundial de la Salud, la OMS, se considerá que existe este tipo de contaminación cuando se superan los 70 decibelios. Y en España se sitúa el nivel de comodidad acústica en los 55 decibelios ya que por encima de ese nivel la comunicación y el descanso se dificultan. Puedes conocer más al respecto a través de esta página del Gobierno de España.
Sus efectos negativos
Los efectos negativos no tienen que ver con la simple molestia del ruido. Según la OMS van mucho más allá ya que el exceso de ruido durante un tiempo prolongado está relacionado de manera directa con el aumento de enfermedades. Algunos de los problemas de salud que suelen aparecer son los siguientes:
- Auditivos: pérdida de la audición progresiva o aparición de pitidos constantes.
- Sueño: insomnio, cansancio durante el día, déficit de atención y alteración del ciclo del sueño.
- Psicológicos: irritabilidad, estrés, problemas de comunicación, agresividad y ansiedad.
- Fisiológicos: puede afectar a la frecuencia cardíaca y respiratoria, y a la presión arterial.
¿Cómo combatir la contaminación acústica?
Si sufres alguno de estos problemas es posible que tu vivienda no esté aislada de forma correcta. Lo primero que deberías hacer en este sentido es contar con los mejores aislantes en Granada para poder acabar con los ruidos del exterior y contar con un mejor aislamiento térmico y acústico, lo que también te permitirá reducir notablemente el importe de la factura de la luz y aumentar la eficiencia energética de la vivienda.
Una vez hayas actuado contra el ruido proveniente del exterior, llega el turno de acabar con el que procede de tu propio hogar. En este sentido, prioriza por los sistemas de climatización con bajos niveles acústicos, comprueba el funcionamiento de los diferentes electrodomésticos de tu vivienda y utiliza, en caso de ser necesario, elementos que eviten que estos artículos vibren. Para ello existen productos atenuadores de ruido y silenciadores perfectos para reducir estas molestias.