Construcción en seco: ¿qué es y qué beneficios tiene?

A la hora de acometer la construcción de una vivienda existen muchos métodos para proceder. Desde los más tradicionales hasta los más modernos. Y entre estos últimos hay uno que cada vez está ganando más terreno en España pero que es desconocido para una gran mayoría: la construcción en seco. Un tipo de obra cada vez más popular y que para muchos jugará un papel clave durante los próximos años en el mundo de la construcción.

Si estás pensando en construir una casa o hacer cualquier obra, es probable que necesites yesos en Granada. Pero antes de proceder a realizarla de una manera tradicional te recomendamos que te informes más sobre la construcción en seco para que sepas qué es y las ventajas que ofrece. Y es que, aunque todavía no lo sepas, los beneficios de este método son enormes.

¿Qué es la construcción en seco?

Como hemos dicho antes, este tipo de obras en seco son para muchos las construcciones del futuro, tal y como defienden en este artículo de La Nación. Pero lo primero que debemos tener claro es el concepto de la construcción en seco. Se trata de un modelo en el que no se requieren conglomerantes húmedos para realizar las estructuras u otras partes del inmueble. 

Es considerada como un modelo abierto que permite reducir costes de mano de obra y también el tiempo dedicado a la construcción hasta en un 60%. Los sistemas más utilizados para estas construcciones son el Drywall y el Steel framing. Una vez que conocemos de lo que se trata, llega el momento de entender los beneficios de su uso. Y son muchos.

Beneficios de la construcción en seco

Eficiencia energética

Con estos sistemas de construcción se pueden utilizar aislantes térmicos y acústicos mucho mejores que en las construcciones habituales. Esto permite obtener grandes ahorros de energía en conceptos de calefacción y refrigeración. Además de dicho ahorro, también se reducen las emisiones contaminantes a la atmósfera, lo que permitirá hacer más pequeña nuestra huella contaminante. 

Menos contaminación

La reducción de nuestra huella de carbono, tal y como hemos visto antes, se verá muy reducida. De hecho, según diversos estudios esta reducción de emisiones contaminantes es cercana al 50% durante la construcción si la comparamos con las obras tradicionales. Y durante la vida útil del inmueble también se emitirán menos sustancias nocivas al medioambiente. 

Reducción de desperdicios

El hecho de no tener que usar estructuras fabricadas como era normal hasta el momento permite que todo sea más fácil. Esto se debe a que se generarán menos desperdicios durante la obra ya que no habrá elementos como el cemento o la arena. Además, las estructuras de cada proyecto pueden adquirirse con una medida específica, lo que hará que todo sea más sencillo. 

Más rápido

El tiempo de ejecución de la obra, al ser más sencilla, es bastante menor. Esto te permitirá contar con unos plazos mucho menores, lo que también hará posible que puedas ahorrar unos euros. No habrá que mezclar materiales húmedos, como en las construcciones tradicionales, y eso puede provocar que la obra se realice hasta un 60% más rápido. 

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